Una dentición sana en los bebés es una parte fundamental en el desarrollo de una buena salud general. Unos dientes sanos y una dentición fuerte y bien formada ayudarán a que el niño pueda masticar bien los alimentos sólidos, a que pueda hablar sin problemas y que luzca una bonita sonrisa. Para ello, ya desde el embarazo, se debe comenzar a cuidar el desarrollo del bebé en ciernes, y, en esta fase la dieta de la gestante puede afectar al crecimiento y evolución del feto, sobre todo desde su concepción hasta los seis meses de vida en el vientre materno, por lo que el aporte extra de calcio en la dieta de la madre es fundamental para que en un futuro el niño pueda tener unos huesos y dientes fuertes y sanos, teniendo siempre en cuenta que si la madre no consume suficiente calcio en su dieta, el bebé lo tomará directamente de sus huesos, lo que podría tener repercusiones en su salud más adelante.