La vida rutinaria que tenemos en este 2020 no se parece en absolutamente nada a la que teníamos hasta hace apenas unos años. Nada tiene que ver la manera de vivir o de trabajar de ahora con la que teníamos cuando arrancó este siglo, y no digamos ya si nos ponemos a comparar la actualidad con todo lo que tiene que ver a cualquiera de las décadas del siglo pasado. Las cosas han cambiado una auténtica barbaridad y las personas que han vivido todos estos momentos son las primeras que se encargan de reconocerlo abiertamente.