La acción de apretar y hacer que rechinen los dientes, de forma inconsciente, ya sea de día o de noche, o durante el sueño, es lo que en términos médicos se llama bruxismo. A menudo se asocia al estrés como factor desencadenante. Otras causas pueden ser la postura, la capacidad para relajarse, los hábitos al dormir, la dieta, la alineación de los dientes, el tiempo total al día y la presión con que se realiza este movimiento, que perjudica los dientes y a otras zonas de la cara y cuello, como el oído, donde se puede causar dolor, también puede producir dolores de cabeza, insomnio, sensibilidad a los alimentos calientes, fríos o dulces, y dolor o inflamación de la mandíbula.
Esta presión al chocar los dientes de atrás hacia delante se ejerce sobre los músculos, los tejidos y estructuras mandibulares, y es en estas articulaciones temporomandibulares donde se pueden causar problemas, además del desgaste de las piezas dentales, posibles fracturas de las mismas, incluso encías retraídas.
El desagradable ruido que produce el bruxismo en la persona que lo padece puede hacer imposible el sueño de sus compañeros de dormitorio, por lo que este también es un problema a abordar y solucionar por los odontólogos, que una vez diagnosticado pondrán en marcha los tratamientos y técnicas oportunos al paciente.
El odontólogo deberá descartar otras causas antes de pautar un tratamiento para el bruxismo, como podrían ser trastornos dentales con diferente causa, problemas propios de la articulación temporomandibular (ATM), trastornos auditivos como infecciones del oído interno, trastornos dentales.
Tratamientos para el bruxismo
Manejar el estrés diario para reducir la ansiedad es la clave para una efectiva disminución del bruxismo, existiendo también técnicas odontológicas que se aplican en las mandíbulas del paciente que sufre esta afección.
El tratamiento que se aplique tendrá como objetivo la prevención del daño que se produce en las piezas dentales de forma permanente, como consecuencia del choque dental, y disminuir o eliminar este rechinamiento dental. Comenzar por ejercicios de relajación facial, como hábito diario, para descargar y relajar los músculos mandibulares y faciales. Las férulas de descarga son un sistema muy efectivo para ayudar a mantener la mandíbula en su posición más relajada, según su tipo pueden encajar bien en los dientes superiores o en los inferiores. También las inyecciones de bótox en los músculos de la mandíbula pueden tener efectos beneficiosos para controlar la presión ejercida o la acción misma del rechinamiento dental.
Un consejo de los profesionales colegiados
Según el Consejo General de Dentistas lo mejor es acudir al dentista ante los primeros síntomas de esta patología, casi siempre provocada por estrés, maloclusión, asimetrías esqueléticas, artritis o trastornos degenerativos. Tras realizar las diversas pruebas que se deban prescribir, como exámen radiológico o por resonancia magnética de la cavidad oral, o incluso aplicar modelos articulados para valorar y cuantificar los daños producidos por el bruxismo, y evitar complicaciones o daños mayores, se establecerá el tratamiento adecuado y personalizado para cada paciente. Los primeros síntomas de un bruxismo que se debe tratar son dolores de cuello y de cabeza, molestias más o menos persistentes en los músculos faciales, notar desgaste o fracturas en los dientes y sentir chasquidos en la articulación mandibular al abrir o cerrar la boca.
El Consejo General de Dentistas informa que, aunque debe ser cada dentista el que valore y recomiende el tratamiento más adecuado, lo más habitual es aplicar la férula para reposicionar los cóndilos y relajar los músculos progresivamente, e impedir el desgaste dental. El uso de analgésicos o antiinflamatorios también suele recomendarse, siendo la cirugía una indicación solo para casos muy extremos.
La fisioterapia es muy aconsejable, pues ayuda a recuperar la función articular de la mandíbula, y a reposicionar o corregir defectos posturales.
El ejercicio también se recomienda, pues ayuda a eliminar el estrés. La adopción de hábitos saludables en la dieta puede tener efectos beneficiosos para frenar el bruxismo.
Según cuando se manifieste el bruxismo, puede ser diurno, que se relaciona con estímulos externos psicosociales o ambientales, y nocturno, asociado a una disfunción central neuromotora y considerado como un trastorno muscular que provoca movimientos de la mandíbula y rechinamiento de los dientes durante el sueño de manera involuntaria.
Saber cómo tratar un trastorno como el bruxismo es de la mayor importancia, pues de ello depende la calidad de vida del paciente y evitar que los síntomas, si no se tratan, desemboquen en patologías más graves y complicaciones importantes en las articulaciones de cabeza y cuello. El consejo de nuestro dentista de confianza nos guiará con el tratamiento más adecuado.