En los últimos años, la demanda de alojamientos vacacionales en Lanzarote ha experimentado un notable crecimiento, impulsado por una combinación de factores que han consolidado a la isla como uno de los destinos turísticos más atractivos del archipiélago canario y de España en general. Este aumento se ha visto reflejado tanto en el número de visitantes como en la expansión y diversificación de la oferta de alojamiento, que va desde hoteles de lujo hasta apartamentos turísticos, casas rurales o villas privadas. Esto es así porque la tendencia responde a cambios en los hábitos de los viajeros, al atractivo único del entorno y a una estrategia de promoción turística que ha sabido destacar los valores diferenciadores de Lanzarote.
Uno de los elementos clave detrás del auge de los alojamientos vacacionales es la singularidad paisajística y cultural de la isla. Lanzarote ofrece un entorno volcánico de belleza casi irreal, playas de aguas cristalinas, un clima templado durante todo el año y una apuesta firme por el turismo sostenible y la conservación del patrimonio natural. Estos atributos han seducido tanto a turistas nacionales como internacionales, que cada vez muestran mayor interés por experiencias auténticas y personalizadas, alejadas del turismo masivo. En ese contexto, los alojamientos vacacionales permiten una conexión más directa con el entorno local, ya sea al hospedarse en una casa típica canaria o en una villa con vistas al Parque Nacional de Timanfaya.
Otro factor determinante es la transformación del perfil del viajero. Hoy en día, muchos turistas buscan flexibilidad, independencia y comodidad, características que encuentran más fácilmente en un alojamiento vacacional que en un hotel convencional. Las familias, los grupos de amigos y los teletrabajadores, por ejemplo, valoran especialmente disponer de espacios amplios, cocinas equipadas, terrazas privadas o la posibilidad de alojarse con sus mascotas. Esta nueva forma de viajar ha provocado un giro en la demanda y ha llevado a muchos propietarios e inversores a adaptar sus viviendas al uso turístico, con el objetivo de aprovechar el creciente interés por este tipo de estancias.
La digitalización también ha jugado un papel clave en esta evolución y plataformas de reservas online como Airbnb, Alohey, Booking o Vrbo han facilitado enormemente el acceso y la visibilidad de los alojamientos vacacionales, tanto para quienes ofrecen como para quienes buscan hospedaje. Esto ha permitido a Lanzarote llegar a nuevos mercados, mantener un flujo constante de visitantes durante todo el año y descentralizar el turismo, al permitir que los visitantes se alojen en zonas menos concurridas, pero igualmente encantadoras de la isla.
Además, el aumento de la conectividad aérea con distintos puntos de Europa ha contribuido a consolidar la isla como un destino preferente para quienes buscan sol, mar y tranquilidad. Vuelos directos desde ciudades como Berlín, París o Madrid permiten que miles de turistas puedan llegar fácilmente a Lanzarote, donde encuentran una oferta de alojamiento que se adapta a todos los gustos y presupuestos. Esta accesibilidad ha impulsado el turismo recurrente, con viajeros que repiten estancia cada año y que incluso optan por estancias largas, especialmente en los meses de invierno.
Este fenómeno también ha generado un impacto económico importante en la isla, ya que la demanda de alojamientos vacacionales no solo ha favorecido al sector inmobiliario y turístico, sino también a otros servicios complementarios como el alquiler de coches, la restauración, las actividades de ocio o las visitas guiadas. A la vez, ha generado un debate sobre la regulación del alquiler vacacional y su impacto en el acceso a la vivienda por parte de la población local, lo que ha llevado a las autoridades a plantear medidas para equilibrar el desarrollo turístico con la sostenibilidad social.
¿Cuántos turistas recibe Lanzarote al año?
Lanzarote ha experimentado un crecimiento sostenido en la llegada de turistas durante los últimos años, consolidándose como uno de los destinos más atractivos del archipiélago canario. En 2023, la isla recibió más de 3 millones de visitantes, lo que ya suponía una recuperación significativa tras la pandemia y una señal clara del interés renovado por este destino de paisajes volcánicos, playas y propuestas culturales únicas. Este crecimiento continuó en 2024, cuando Lanzarote alcanzó un récord histórico con 3.238.044 turistas, lo que representa un incremento del 6,2 % respecto al año anterior, según datos del Cabildo insular.
Este aumento no solo refleja la buena salud del sector turístico, sino también el éxito de las estrategias de promoción turística y la mejora de la conectividad aérea con múltiples destinos europeos. Lanzarote se posiciona así como el tercer destino más visitado de Canarias, solo por detrás de Tenerife y Gran Canaria, pero con una proyección cada vez más sólida a nivel internacional.
Además del turismo convencional, la isla también ha visto un crecimiento notable en el turismo de cruceros. Solo en 2024, más de 600.000 cruceristas llegaron al puerto de Arrecife, lo que supone un aumento del 21 % respecto a 2023. Este tipo de turismo contribuye de forma significativa a la economía local, ya que los visitantes suelen consumir servicios en la capital insular y dinamizan el comercio, la hostelería y las actividades culturales durante sus estancias, aunque sean breves.
