Importancia del embalaje en logística

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Un buen embalaje es sinónimo de calidad y saber hacer. Al menos es la imagen que proporciona una empresa, cuando entrega sus productos con un embalaje adecuado para el mismo y la circunstancia de entrega. En los últimos años, debido a la expansión del ecomerce, todo lo relativo al embalaje ha cobrado mayor relevancia. Sin embargo, esto de los embalajes, viene de lejos y tiene más aplicaciones que el comercio electrónico. Podemos decir que el embalaje, está en todas partes.

De tal manera que, en esta ocasión, vamos a centrarnos en la importancia que tiene el embalaje dentro del mundo de los negocios. Las ventas y la logística, cuentan con este elemento como uno de los factores más importantes, aunque en algunos casos, no se le da tanta como tiene. Esto puede influir tanto en cuestiones de seguridad relativa a los productos, como en la percepción del cliente final sobre el producto y servicio o la marca. Desde los diferentes y variados modelos y calidades de las cajas de cartón, planchas o plásticos protectores, hasta el etiquetado final, todo cuenta.

El embalaje no tiene una única función de protección para los productos de los daños externos, como golpes, humedad o contaminación. Al mismo tiempo que protege, desempeña un papel crucial en la experiencia del cliente. Algunas de las razones por las que merece la pena hacer una buena inversión en embalajes de calidad, son la protección, la presentación, la sostenibilidad y la optimización de los costes. Un embalaje resistente minimizará el riesgo de que los productos sufran daños o desperfectos. Si es atractivo, refuerza la imagen de la marca y genera confianza. Los materiales ecorresponsables, mejoran la reputación y, al mismo tiempo, se reducen devoluciones por parte de los clientes, lo que implica una reducción de los costes.

Una elección acorde con el producto

Hay que poner especial atención a la hora de elegir el embalaje que mejor se adapta a las necesidades específicas de cada producto. Sin duda, el primer paso para poder hacer la elección correcta, es comprender las características que tiene cada producto que se vaya a enviar. Cualidades que nos recuerdan los expertos en embalaje de Bvpack y exponemos a continuación:

  • Dimensiones y peso. Los productos grandes y pesados, necesitan cajas de cartón o contenedores muy resistentes, cajas de doble canal y alta calidad.
  • Si el producto es delicado, hay que valorar recurrir a material para envolverlo individualmente o utilizar material acolchado. El plástico de burbujas o la espuma son buenas opciones.
  • Condiciones especiales. Cuando se trata de productos que requieren aislamiento térmico o protección contra la humedad, cajas de poliestireno o antihumedad, son la mejor opción.
  • Estética. Los diseños atractivos, con un buen acabado, mejoran la presentación y dan una buena impresión al cliente.
  • Considerar al público objetivo. El embalaje es una extensión de la marca, por lo que hay que pensar en la imagen que se quiere proyectar y hacia quien se dirige.
  • Si se trata de un público que valora el medioambiente, los materiales de elección, deben ser reciclables o biodegradables.
  • Tamaño adecuado. Evitar las cajas grandes y el material de relleno, de manera que se reducen gastos y la presentación es mejor.
  • Realizar pruebas. Antes de adquirir un embalaje, hay que probarlo en aspectos como la resistencia y la experiencia del cliente. Hay que asegurar que el producto llegue intacto y presentable.

Todos estos aspectos son los que hay que tener en cuenta, llegado el momento de elegir embalajes para los productos que van a ser enviados. Como vamos a ver a continuación, la diversidad de embalajes, se ve aumentada por la variedad de materiales con los que se fabrican. Aunque los más conocidos son los de cartón, podemos encontrar otros tipos como el plástico, la espuma o el papel.

Embalajes de cartón

La solución eficiente y sostenible, adecuada para cualquier necesidad de envío. Los embalajes de cartón, se utilizan en una gran variedad de industrias, desde la alimentación hasta la tecnología. Son la solución versátil, ecológica y rentable. Las ventajas que ofrece, son una protección superior, resistente y ligero, garantiza una buena protección. Sostenibles, pues se fabrican con papel kraft o reciclado, además de que sus costes son mínimos comparados con otros materiales. Sin olvidar que son fácilmente personalizables.

Los tipos de embalaje de cartón más comunes son:

  • Cajas de cartón. Esenciales, gracias a su versatilidad, resistencia y sostenibilidad. Existen diferentes tipos, las de canal simple para productos ligeros y las de canal doble, para productos más pesados.
  • Estuches y cajas automontables. Una solución práctica y eficiente. Diseñadas para ser ensambladas sin adhesivos, acelerando el proceso de embalaje y reduciendo costes operativos. De diseño comparto y personalizable, se encuentran en diferentes tamaños.
  • Tubos de cartón. Otra solución versátil y segura, ideal para la protección de productos alargados o enrollables como pósters, planos, textiles… Ofrecen la protección adecuada frente a golpes, dobleces y humedad.
  • Planchas de cartón. Ideales como refuerzo de cajas o separadores de artículos, ofrecen estabilidad, evitan daños a consecuencia de impactos o movimientos y se encuentran disponibles, en diferentes grosores y tamaños.

Embalajes de plástico

 

Este tipo de embalajes, juega un papel indispensable en lo que a protección y transporte de los productos respecta. La resistencia, el coste y su ligereza, hacen que se trate de una solución ideal en diversas industrias, desde el sector tecnológico hasta la industria alimentaria. Veamos a continuación algunos de los materiales destinados al embalaje más utilizados en la actualidad, así como las ventajas que ofrecen.

Destacaremos la versatilidad, puesto que se adapta a cualquier producto con facilidad. Al mismo tiempo que proporciona una excelente protección, gracias a su resistencia frente a impactos, vibraciones, humedad, etc. Además de que se trata de un embalaje ligero, lo que facilita su manejabilidad y aumenta su eficiencia, por ser fáciles de usar, cortar, manipular y personalizar.

En cuento a los tipos, los más comunes son:

  • Plástico de burbujas, uno de los más populares, sobre todo cuando se trata de productos frágiles. Amortigua frente a golpes, vibraciones y caídas. Es reutilizable, liviano y fácil de manipular.
  • Planchas de espuma, ideales para proporcionar amortiguación uniforme, reducir vibraciones y evitar arañazos. Adecuadas para productos delicados como muebles, electrodomésticos o equipos electrónicos.
  • Perfiles de espuma, perfectos para la industria del mueble y la construcción, puesto que están diseñados para asegurar los bordes de mesas, puertas o ventanas.
  • Plástico de polietileno o film, muy utilizada para envolver productos y asegurar cargas. Se trata de un material flexible, resistente al desgarro y que protege frente al polvo.

Embalajes de papel

El uso de este tipo de papel para embalar productos, se ha extendido notablemente. Esto se debe a la sostenibilidad y su facilidad de uso. Entre sus variantes, la más utilizada es el papel Kraft que destaca por su resistencia y adaptabilidad. Es posible encontrarlo de calidad extra, reciclado, de mostrador… Ideal para envolver productos frágiles, proteger superficies o como relleno en cajas y amortiguador de impactos.

Entre las ventajas de utilizar papel kraft como embalaje podemos destacar su sostenibilidad. Se trata de un material biodegradable y reciclable, lo que hace que se trate de una excelente opción respetuosa con el medio ambiente. Además de su facilidad de uso, pues es fácilmente manejable, puede cortarse, plegarse o arrugarse con suma facilidad. Otro plus añadido, es su estética natural, de aspecto rustico que lo hace muy atractivo para las marcas que pretenden proyectar valores como la sostenibilidad y la autenticidad. Por supuesto, se trata de un material económico y rentable.

Con todo esto, ya hemos dado un paseo por el mundo del embalaje, su importancia y los materiales más utilizados. Queda claro el por qué resulta indispensable, escoger la solución más acorde con los productos y el tipo de negocio. El embalaje es una extensión de la marca, por lo que escoger la opción adecuada, puede marcar la diferencia con la competencia. Hay que considerar todas las opciones disponibles, valorarlas y aplicar las mejores prácticas a la hora de utilizar cada tipo de embalaje. Esto garantizará una entrega de los productos de forma segura y con la presentación que merece.

Si a todo esto, añadimos el factor packaging que hace más referencia al marketing, relacionado con el embalaje, la experiencia del consumidor, será más positiva. En este caso, no se trata exclusivamente de prestar atención a los materiales y las características mencionadas, es necesario contar con otros factores. El packaging, es la primera impresión que el cliente va a tener sobre el producto, por lo que tratándose como se trata, de una carta de presentación, en la que se comunican los valores y atributos de la marca, el diseño es clave.

En definitiva, combinar lo mejor de los materiales de embalaje, su correcta utilización y una buena imagen corporativa en el diseño del mismo, el resultado para la empresa, es bastante satisfactorio. Que el envoltorio sea capaz de captar la atención del cliente cuando recibe el producto, hará que se percate de la seguridad y garantías que ofrece la marca, por lo que siempre lo tendrá en cuenta a la hora de realizar sus compras.

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