En la sociedad actual ya sabemos que hay miedo a todo. Son esas palabras raras que siempre acaban en -fobia y que suelen estar presentes en el rosco final del Pasapalabra, el programa de Antena 3. Pues bien, hay una que me gusta. La neofobia, o lo que es lo mismo, el miedo a lo nuevo, a los cambios, a modificar nuestros hábitos. En definitiva a algo que ahora se dice mucho, a salir de nuestra zona de confort. Es una emoción básica universalmente conocida y aunque normalmente se asocia a algún estímulo temido o amenazante, muchas veces también se puede llegar a sentir miedo ante el qué pasará.
Si hay algo que nos da pavor y comenzar algo nuevo es comenzar en una nueva ciudad. Eso implica lo que implica. Dejar de lado a familia, amigos, zonas de ocio, lugares donde has pasado muchos años de tu vida. Y sobre todo, una mudanza. En mi caso son ya dos las que he tenido que hacer. Por eso, hoy quiero ponerme en modo positivo, y decirte cuatro sitios de España por los que estaría dispuesto a hacer de nuevo una mudanza. No me importaría volver a embalar todas las cajas y llamar a una empresa de confianza para realizar.
A Alicante
Mi primer destino al que no me importaría volver es Alicante. Fue mi primera mudanza, una mudanza de Madrid a Alicante. Recuerdo que vivía en la capital y me mandaban a unos cuantos kilómetros, exactamente a 360 kilómetros. Tuve que trasladar materiales, muebles, objetos, pero me salió bastante bien. Además recuerdo que realicé una mudanzas compartida, donde los gastos de los portes son compartidos. Solo debes ajustarte a las fechas que te indique la empresa para poder compartir ruta y vehículo con otros clientes. De esta manera puedes abaratar costes y tuve una mudanza de calidad a un excelente precio. Una vez en Alicante disfrute mucho de una ciudad que es ideal para vivir. Lo que más me gusta es su gastronomía. Lo del arroz en Alicante es cosa de locos.
A Donosti
Donosti es la joya de España. En este caso claro que nos merece la pena hacer una mudanza para irnos a vivir a una ciudad con una calidad de vida excelente. Es pequeña, pero con mucha calidad. Eso sí, es la ciudad en la que más gastos he tenido. Porque si somos realistas y sinceros, hay que reconocer que se trata de la ciudad más cara de España. Ahora bien, darte una vuelta por el monte Igueldo o pasear por la Concha es algo que debería recomendar el médico. Y pro supuesto, una ronda de pinchos que no puede faltar.
A Valladolid
A Valladolid también me iría a vivir. Es una ciudad que no tiene algo en concreto que ver, como por ejemplo el acueducto en Segovia, pero es cierto que tiene muchas pequeñas cosas que no te puedes perder. Además es una de las ciudades donde más se cuida la calidad de los pinchos en sus bares, así que te puedes dar un homenaje en los bares. Por supuesto todo regado con un buen vino. Es una ciudad de tamaño mediano, donde si te lo montas bien no necesitas ni el coche para llegar a los sitios. Solo si tienes que ir al estadio de fútbol, el José Zorrilla, que se encuentra a las afueras y eso sí está lejos. Por lo demás, una ciudad elegante y con mucha historia. No hay que olvidar que Felipe II la hizo capital de la corte.
A Cádiz
La tacita de Plata es el paraíso hecho ciudad. Una capital pequeña, hasta el punto de que ya no se puede construir más, y que siempre enamora a todos sus turistas. Por supuesto si puedes hacer una visita en los carnavales vas a quedar hipnotizado, pero la puedes hacer cuando quieras. Porque su excelente playa, sus encantadoras calles del barrio de la Viña y el teatro Falla te van a estar esperando siempre. Aunque si algo tiene de valor esta ciudad, es su gente. Sin duda su bien más preciado. Se podría decir que de Cádiz al cielo. No conozco a nadie que solo haya estado una vez. Si vas, repites.
Estos son los cuatro lugares de España por los que merece la pena hacer una mudanza y trasladar toda una vida. Son cuatro, aunque podría ser alguna más, pero estos cuatro sitios me conquistaron por su belleza, su tranquilidad, su gastronomía, y por supuesto, por sus personas. ¿Qué te parecen?