Aire comprimido y compresores

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Todos hemos oído hablar de aparatos de aire comprimido y de compresores. Podemos tener una vaga idea de lo que son estás máquinas y alguna de sus aplicaciones, pero lo más probable es que si nos sacan del concepto básico y las pistolas de aire comprimido para pintar con aerógrafo (o lanzar balines de plástico), nos sintamos un poco perdidos o perdidas. Es normal, no vamos por la vida hablando de compresores salvo que trabajemos con ellos o en sectores en los que se utilizan o comercializan.

Aun así el saber no ocupa lugar y hoy, nos ha dado por los compresores de aire comprimido. ¿Por qué? Sencillamente porque los compresores de aire comprimido se encuentran en numerosos entornos y tienen una amplia variedad de usos y aplicaciones. Gasolineras que ofrecen aire comprimido para inflar las ruedas de los coches (o de la bicicleta), la tienda de neumáticos utiliza una herramienta neumática para desmontar los neumáticos… Incluso es posible que hayas visto o utilizado pequeños compresores de sobremesa utilizados con un aerógrafo o de aire a gas, tipo remolque, en las obras, accionando martillos neumáticos y compactadoras de hormigón.

Es más, es muy probable que hayas estado cerca de muchos, pero que muchos, como ya has podido ver, tipos de compresores de aire diferentes. Sin saberlo, puede que haya uno escondido en la nevera o el sistema de climatización. Los compresores de aire tienen infinidad de uso, tanto para el ocio como para el mantenimiento del hogar. Las empresas se valen de ellos para realizar los trabajos con mayor eficacia, por lo que podríamos decir que, están en todas partes.

La presión que genera el aire comprimido, tiene tantos usos que es posible que olvidemos señalar alguna de sus aplicaciones. Pero con la lista que hemos proporcionado, es suficiente para comprender que se trata de algo más que relevante en nuestro día a día. Todo ello, sin saberlo.

Diferentes tipos de compresores de aire

Según la finalidad y el uso que se le quiera dar al compresor, existe uno concreto, como nos explican los fabricantes y distribuidores de compresores de Airmac Compresores. En lo relativo a potencia y tamaño, podemos encontrar una amplia variedad, aunque de forma principal, existen dos diseños principales: los compresores de pistón alternativo y los de tornillo rotativo.

Partiendo de estos dos diseños, encontraremos varios modelos que proporcionan una selección que va, desde el aire de baja presión en un pequeño tanque, suficiente para bombear las ruedas o, hasta la máxima potencia de aire presurizado. En este caso, será capaz de suministrar a una instalación de fabricación pesada de aire constante, fiable para realizar las operaciones necesarias.

Salvo que se trabaje en un entorno industrial, lo más posible es que conozcas los compresores de pistón alternativo, aunque no sea de manera formal, dado que es muy posible que no hayas visto todas las variaciones que existen. El depósito puede ser vertical u horizontal, de un solo cilindro o de dos, portátil con ruedas o estacionario.

Los compresores de aire, se agrupan en tres categorías: consumo, profesional e industrial. Los primeros, se denominan modelo pancake o de una sola etapa. Se utilizan en tareas domésticas, como inflar neumáticos, alimentar herramientas neumáticas de baja cara como grapadoras o pistolas de clavos. Los compresores profesionales, proporcionan mayor potencia y aire más presurizado. Pueden ser modelos alternativos de dos etapas o de tornillo rotativo con mayor potencia, permitiendo que funcionen varias herramientas neumáticas al mismo tiempo, con un uso intermitente. En cuanto a los compresores de aire industriales, son el caballo de batalla de una planta de fabricación o fuente de energía para una plataforma petrolífera.

Estos últimos, se diseñan para proporcionar un flujo continuo de aire comprimido durante largos períodos de tiempo, soportando las fluctuaciones de uso que se producen en las grandes plantas de fabricación. Se fabrican con componentes de alta calidad, lo que permite que se adapten a entornos específicos mejorando el rendimiento, la eficiencia energética y la fiabilidad.

Antes de centrarnos en sus aplicaciones industriales o empresariales, hablaremos de su uso a nivel doméstico. El uso personal del aire comprimido, tiene muchas formas. Sea por diversión o por beneficio, contar con un compresor de aire en casas, facilita muchas tareas de mantenimiento. Cualquier uso doméstico, se cubre con la variada selección de tamaños y potencias que ofrecen los diseños de pistón alternativo. Este tipo de compresor es el más común, sobre todo en pequeños talleres o uso en casa. Funcionan aumentando la presión del aire mediante la reducción del espacio.

La mayoría de compresores de aire domésticos, son de tamaño adecuado para poder ser trasladados sobre ruedas. Desde un pequeño compresor de aire manual hasta un modelo con depósito de sesenta galones, existen en el mercado una gran variedad de opciones. Todas adecuadas para realizar actividades de ocio, trabajos de mantenimiento, reparaciones… Por ejemplo, las bombas de aire comprimido para neumáticos e hinchables, las hidrolimpiadoras o incluso para realizar trabajos de carpintería o metalurgia, pintar con aerógrafo, pulverizar pintura en grandes áreas como coches o, realizar trabajos de jardinería.

Aplicaciones empresas y entornos industriales

Tanto en las empresas pequeñas como en la gran industria, las aplicaciones del aire comprimido pueden ser indispensables para el funcionamiento eficiente. Son muchas las empresas que lo utilizan como fuente de energía para alimentar los equipos y herramientas, donde proporcionan fiabilidad y eficiencia.

Una de las aplicaciones más habituales es la de alimentar herramientas neumáticas. Estas herramientas son más utilizadas debido a su menor peso y que ofrecen un funcionamiento más seguro. En tanto que las herramientas que requieren de electricidad generan más calor y pueden sobrecalentarse o sufrir cortocircuitos debido al uso continuado. De ahí que las herramientas neumáticas se cada vez más comunes dentro de las pequeñas empresas, sobre todo en el sector de la construcción. Casi todas las herramientas eléctricas se fabrican para que puedan funcionar con aire comprimido.

En las empresas que prestan servicio de mantenimiento de motores pequeño, automoción, actividades recreativas o incluso el sector de la odontología, utiliza aire comprimido para prestar servicio a los clientes. Aunque se trata de una producción costosa, se tiene en cuenta la eficiencia de los sistemas que proporcionan la cantidad adecuada de aire comprimido a la presión adecuada, con el menor coste. Por lo general se requieren unos siete u ocho caballos de potencia de energía eléctrica para producir uno de energía de aire comprimido.

Algunas empresas diseñan sus compresores teniendo en cuenta la necesaria eficiencia energética y el medio ambiente, por lo que existen modelos que suponen un ahorro considerable en su funcionamiento, en relación con los modelos de compresores más convencionales.

Dentro de las aplicaciones más habituales, encontramos la de pintar vehículos, el lijado de la carrocería o carpintería, el uso de pistolas de clavos neumáticas, servicios de odontología, taladros y martillos neumáticos en las obras, alimentación de herramientas neumáticas, etc.

Si nos pasamos a los entornos industriales, el aire comprimido es la única opción en industrias que requieren una fuente de energía segura que, no produzca calor y proporcione un flujo estable. Desde que se fabricó el primer compresor de aire mecánico en el siglo diecinueve, la demanda no ha dejado de aumentar. Formando parte de los equipos necesarios en la industria minera y del metal, hasta convertirse en un excelente aliado en casi todas las industrias.

Esta demanda tan constante y en continuo crecimiento, ha impulsado un avance en la ingeniera relacionada con los compresores de aire y los productos de vacío. Veamos algunas de las aplicaciones que se producen en sectores concretos como la agricultura, la fabricación o la limpieza.

Para realizar operaciones agrícolas productivas y rentables, contar con aire comprimido, supone obtener un rendimiento duradero y un bajo coste. Se utiliza para trasladar los piensos y granos, alimentar los sistemas de ventilación de los invernaderos, pulverizar los cultivos o manejar equipos neumáticos de manipulación de materiales. En el sector se pueden utilizar varios tipos de compresores, en función de la finalidad.

En el caso de refinerías, fabricación de plásticos, plantas de montaje o fabricación de metales, los sistemas de aire comprimido, son la fuente principal de energía a la hora de mantener la producción. Los compresores ayudan en la fabricación con el manejo de herramientas neumáticas en la línea de producción, los equipos de corte y soldadura, la expulsión de piezas en los moldes de producción, el control de la misma o el ajuste de la maquinaria de rodillos y alimentación. Así mismo realiza eficazmente tareas más básicas como atornilla o girar tuercas, aumentar la eficacia de la producción con cilindros neumáticos y el acabado y envasado con dispositivos neumáticos para grapar cajas, lijar aparatos, etc.

El sector de la limpieza también saca provecho del aire comprimido, utilizándolo para suministrar aplicaciones químicas mediante pistolas o manejando prensas de lavandería y limpiadoras de vapor.

Como se puede observar, el aire comprimido esta en prácticamente todos los sectores, aunque aquí solo hemos citado algunos a modo de ejemplo. Se trata  de una herramienta que proporciona seguridad, fiabilidad y eficiencia, se utilice en el ámbito que se utilice. Con independencia de si se trata de un uso doméstico o industrial.

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