Carnaval: un ‘win win’ para todos, sobre todo para los peques

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El calendario tiene momentos marcados en rojo, que debemos valorar y a los que debemos sacar el máximo jugo posible. Normalmente, cuando hablamos de estos temas siempre solemos tener en consideración esas semanas en las que llegan nuestras vacaciones, ya que el descanso es una de las cuestiones que más necesitamos como seres humanos que somos. Sin embargo, no es ese el único momento del año en el que el ocio y el disfrute esté más que garantizado. Hay días señalados en los que lo principal es precisamente eso, nuestro disfrute, nuestro tiempo de ocio, nuestra alegría, nuestra felicidad.

Uno de esos momentos es sin duda el Carnaval. Se trata de una festividad que se vive en buena parte del mundo, que cuenta con una enorme tradición y que sin duda tiene una legión de adeptos y adeptas. Disfrazarse es una de las acciones que más disfrute nos proporciona y que, además, nos puede permitir que descubramos algo que no conocíamos sobre nosotros y nosotras mismas. El ser humano nunca para de conocerse y Carnaval podría ser, perfectamente, el momento del año en el que más cantidad de personas fueran capaces de sorprenderse a sí mismas con las cualidades que poseen y que no creían poseer.

Hay muchos educadores y profesores que han manifestado en repetidas ocasiones que el Carnaval es una fiesta de lo más necesaria para los más pequeños y pequeñas porque de ese modo aprenden a asumir las características propias del personaje del que se disfrazan. Por eso, los colegios procuran que esta festividad esté presente en sus aulas, en sus pasillos y en sus salones de actos. No es un aprendizaje este que pueda cultivarse a través de los libros, pero sí a través de la práctica. Por eso, tras coger información a través de La Casa de los Disfraces, nos comentan que muchos colegios contactan con ellos para hacer acopio de disfraces.

Ahora veremos que hay ciudades en las que el Carnaval es algo todavía más grande de lo que podríamos imaginarnos. Se trata de ciudades que pueden ser denominadas como las capitales de esta fiesta, pero no queremos olvidarnos de que, en cada pueblo, en cada colegio, ya existe una conciencia general que manifiesta que es positivo que el alumno o alumna aprenda a desarrollarse en otro tipo de contextos y asumiendo una personalidad diferente. Hay que seguir trabajando en ese sentido porque así es como se va forjando un aprendizaje en la mente de los más pequeños y pequeñas.

Ahora sí: ¿Qué ciudades son las capitales del Carnaval?

Algunas, sin duda, ya las conocéis. Vamos a ver qué dice el diario La Razón en una de sus publicaciones. Venecia y Río de Janeiro son dos de las que siempre salen en primera instancia, algo que ocurre en este caso. Cádiz es otra de las que se menciona y también debemos hacer sitio para las dos ciudades más grandes de Canarias, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. Sin embargo, la noticia también nos menciona Valencia, Nueva Orleans y Londres.

Es obvio que hay muchas más y que nuevas ciudades van desarrollando más actividades y más cultura relacionadas con una fiesta como de la que estamos hablando. Lo importante es que exista ese proceso y no el inverso. Porque no podemos perder todo lo que tenga que ver con el Carnaval. Pocos momentos del año pueden tener más argumentos para cuidar tanto de la alegría y de la felicidad de los seres humanos. Y esa es una de las cuestiones que más valor tiene en este mundo.

Los españoles lo vivimos al máximo 

Aquí, en nuestro país, somos perfectamente conscientes de la tremenda influencia que tiene el Carnaval en nuestra sociedad. Se trata de un momento en el que la gente sale, gasta dinero y lo pasa en grande. Hay noticias que aseguran que son los canarios, andaluces y gallegos los que más dinero invierten en cosas derivadas de una fiesta como de la que estamos hablando. Y los Ayuntamientos también forman parte de este juego. El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife invirtió 400.000 euros en esta fiesta en el año 2022, mientras que el de Las Palmas de Gran Canaria duplicó esa cantidad.

Como veis, el Carnaval es algo de lo que nos beneficiamos todos. Los niños y niñas son los primeros que lo hacen porque esta fiesta permite ir forjando su personalidad. Quienes somos mayores también adquirimos ventajas porque pasamos unos días de diversión absoluta. Y los negocios también salen beneficiados porque ganan dinero con la llegada de días como los que proporciona el Carnaval. Hablamos de un ‘win win’ para todos.

 

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