Hablar de la actualidad implica, por necesidad, hablar del futuro más próximo al que se enfrenta la raza humana en esta Tierra. Y, en ese debate, entran en escena cuestiones como lo son la sostenibilidad de nuestra Tierra y la limitación de sus recursos. Trabajar en eso es una inversión de futuro, pero que tiene que estar de actualidad más que nunca. Se nos empieza a acabar el tiempo para prevenir el fin de los recursos que nos puede ofrecer este planeta y es hora de cambiar muchos aspectos derivados de nuestro modo de vida. Mejor que lo vayamos asumiendo.
Las energías renovables se han convertido en las mejores aliadas para ello. Apostar por ellas ha pasado de ser un símbolo de la modernidad de un país a convertirse en una verdadera necesidad para los seres humanos. Aprovechar la energía que nos aporta el viento, el sol o el simple movimiento del agua es la mejor manera de mantener nuestra calidad de vida sin que sigamos hincándole el diente a nuestro planeta. Y, en muchos países, ya se viene trabajando en este tipo de labores desde hace varios años.
En lo que respecta al nuestro, a España, dos son las cuestiones en las que hemos venido trabajando con más hincapié: en energías renovables eólicas y solares. Las primeras son ya un clásico de nuestra geografía. Un viaje en carretera por España comprende, casi de manera obligada, a pasar por un parque eólico. Por otro lado, la energía solar es uno de nuestros puntos fuertes puesto que España es uno de los países del mundo que cuenta con una mayor incidencia del Sol. No aprovechar un elemento como este sería de necios. Por suerte, hemos conseguido adaptarnos bien a este tipo de necesidades, si bien necesitamos seguir ampliando y reformando las instalaciones.
Una noticia que fue publicada en El Periódico de la Energía informaba de que la energía fotovoltaica está viviendo un ‘boom’ en nuestro país. Y es que se pretenden instalar más de 23.000 MW en los próximos años. La caída de los costes y las imposiciones que nos están llegando desde la Unión Europea han sido los motivos por los que ha crecido de una manera bastante importante el interés por instalar más y más placas solares. Y es que no nos queda ninguna otra alternativa que no sea apostar por la energía renovable.
El ‘boom’ que está viviendo la energía fotovoltaica en España es algo tan real como la vida misma. Hemos querido saber hasta qué punto está creciendo este asunto en el interior de nuestras fronteras y por eso hemos contactado con las grandes protagonistas de este cambio: las empresas que se dedican a la instalación de placas solares. En concreto, hemos contactado con una de Cádiz, llamada Eficiencia-V. Sus profesionales nos han comentado que, al menos en lo que a su entidad se refiere, se ha multiplicado el número de clientes por tres en apenas un año. No cabe duda de que este es un síntoma realmente positivo.
Cubrir Cuenca de placas solares abastecería a todo el mundo
Sí, lo que acabáis de leer es correcto. Lo dice una noticia a la que hemos tenido acceso en la página web del canal de televisión La Sexta. Y es que cubrir la provincia de Cuenca con placas solares es sinónimo de abastecer a toda la población mundial de este tipo de energía. No es un terreno tan grande. Y los beneficios son realmente extraordinarios. Debemos trabajar para crear espacios en los que instalar placas solares de manera estratégica posibilite la creación de la energía suficiente como para que el ser humano mantenga sus estándares de calidad de vida sin dañar al planeta.
Todo lo que venimos comentando no son lujos, son necesidades que tenemos que tener en consideración más pronto que tarde si no queremos que nuestra vida empiece a ser cada vez de una menor calidad. Desde luego, está claro que este tipo de proyectos requieren del apoyo de todo el mundo: de la sociedad civil, de las instituciones públicas, de las empresas, de los mercados. Solo así podemos poner los cimientos de una sociedad que sea mucho más respetuosa con el entorno en el que vive y, en definitiva, sea mejor.
Las cuestiones de las que venimos hablando requieren, además, el paso de muchos años. No se puede construir todo un entresijo de placas solares de hoy para mañana. Tampoco se puede cambiar la conciencia de la gente de hoy para mañana. Es algo que tiene que venir de la mano de las nuevas generaciones y de la educación que se les proporcione. Solo de esta manera será posible que esta sociedad mejore y evolucione hacia el progreso ecológico que nuestra Tierra necesita de manera urgente.