Quizá haya muchas personas que consideren al mes de noviembre como el peor a la hora de escoger sus vacaciones. La cercanía de la Navidad invita, desde luego, a reservar días para los últimos días de diciembre o los primeros de enero, pero lo cierto es que coger unos días en el penúltimo mes del año puede ser una buena idea, mucho mejor de lo que pensamos. No todo lo que implique estar de vacaciones tiene por qué ser sinónimo de playa, sol y buen tiempo. Aunque vivamos en un país tan dado a ello como España.
Está comprobado que cada vez más personas cogen sus vacaciones en otoño. El típico dicho de “Madrid se queda vacío en agosto” dista mucho de la realidad y los madrileños que se quedan en la capital durante esa época del año lo saben muy bien. De hecho, ellos son los que ven de primera mano que los atascos, los ruidos y las demás cuestiones que caracterizan a Madrid siguen siendo habituales. La tendencia a la hora de organizar y planificar las vacaciones está cambiando de un modo sustancial.
Sin embargo, los problemas que se derivan del hecho de marcharse de vacaciones son los mismos tanto si decidimos irnos en el verano como si decidimos hacerlo durante los meses de otoño o invierno. Un ejemplo de lo más evidente es el que tiene que ver con las mascotas, las cuales pueden ser las más perjudicadas a la hora de planificar unas vacaciones y que tengan que quedarse solas en el hogar al menos durante unos días. Encontrar una solución es fundamental tanto para quienes se marchan en verano como para los que lo hacen ahora.
Según un artículo publicado en el diario 20 Minutos, en toda España hay un total de 20 millones de mascotas, una cifra que es sorprendente y que pone de manifiesto que los animales constituyen uno de los sectores más importantes en lo que guarda relación con los seres vivos. Cuidar de ellos es imprescindible y cada día más necesario. Más o menos el 40% de los hogares tienen una mascota y ese es un montante que no está nada mal pero que debemos mejorar en la medida de nuestras posibilidades.
El problema que tienen los hogares españoles con mascota es qué hacer con ellas una vez que se marchan de vacaciones. Ahora estamos ante un momento crítico en ese sentido, puesto que en noviembre hay cada vez más gente de vacaciones y en Navidad todos tenemos algún día libre. Por suerte, y según lo que nos indican desde Animales por Avión, parece ser que desde hace un par de años está aumentando el número de familias que están tomando como solución a ese problema el llevarse a las mascotas consigo de vacaciones. Y lo cierto es que es una solución muy loable. La mejor, sin lugar a dudas.
Las Islas Canarias, un ejemplo de lo que venimos comentando
Uno de los destinos preferidos por parte de la mayoría de familias que dispone de algunos días libres durante el mes de noviembre es el de las Islas Canarias. Tal y como indica el portal web Hola Islas Canarias, viajar a este lugar durante días como los que tenemos actualmente es sinónimo de no darse cuenta de que el invierno está a la vuelta de la esquina. Ese es el objetivo de muchas personas, que encuentran en ellas el destino ideal para huir del frío y de las lluvias que ya han comenzado a asomar a buena parte de la Península Ibérica en octubre.
Muchas de esas familias, tal y como nos comentaban los profesionales de Animales por Avión, han decidido que sus mascotas acudan junto a ellas a la hora de disfrutar de estos días libres. Y la verdad es que las propias mascotas lo notan. En lugar de permanecer abandonadas, sienten que forman parte de la familia y se permiten el lujo de cambiar de aires, algo que no solo nos viene bien a las personas. Respiramos tranquilos al comprobar que cada vez más gente está haciendo suya esta manera de actuar.
Esperamos que esta situación siga siendo vigente en el futuro y que no haya motivos que expliquen un cambio en la mentalidad de la gente. Una mascota sin compañía durante varios días es un peligro puesto que no puede depender de sí misma si se ocasiona cualquier problema. De no poder asumir su desplazamiento, la mejor alternativa consiste en dejarla en manos de alguien. Pero, si tenemos la oportunidad de que nos acompañen, lo ideal es que no nos la perdamos.