Nos ha tocado vivir en una época de la sociedad que lo cierto es que es bastante complicada y es que ya no solo tenemos una gran competitividad con empresas de nuestro entorno, sino que ahora nuestros rivales directos pueden tener sus sedes en cualquier parte del mundo. Esto se debe a que internet ha supuesto un gran avance para el comercio, pero tal y como lo ha supuesto para bien, también para mal y es que a lo largo de los años siempre nos hemos medido de forma directa con el resto de comerciantes de nuestra calle o de nuestra ciudad, pero ahora, gracias a la venta online, estos comerciantes pueden estar en cualquier parte del mundo. Sin embargo, no todo son desventajas, dado que, como os decimos, también tiene sus partes buenas, puesto que podemos vender a todo el mundo y nuestros potenciales clientes pueden residir a miles de kilómetros de nuestra sede. Sin embargo, como os decimos, esta época de la sociedad no está siendo fácil, dado que además de la competencia que tenemos, también tenemos que luchar contra los efectos de la pandemia. Por ello, a lo largo de las siguientes líneas os queremos proponer una forma de destacar y posicionarse por delante de los competidores más directos.
Tal y como os hemos avanzado, tanto el coronavirus como la creciente competitividad entre las empresas de todo el mundo no está haciendo fácil que algunas compañías puedan salir adelante. Es por ello por lo que, si se quieren diferenciar de sus competidoras más directas, nosotros les recomendamos que apuesten por las certificaciones de calidad y es que esta es la única forma que podemos tener para garantizar que nuestro producto es superior al de las demás. Así, la certificación de calidad es el resultado final de un proceso en el que una empresa garantiza la fabricación de un producto o la gestión de un servicio, con base en unas normas preestablecidas y consideradas como óptimas por la entidad que certifica. En el caso de España, esta entidad a la que os hacemos referencia y que es quien se encarga de marcar estas normas es AENOR, que establece diferentes certificaciones en función del objetivo que se persigue con cada uno de los procesos.
Es por todo ello por lo que, si vosotros tenéis una compañía y os queréis diferencia de la competencia, para mejor, nosotros os recomendamos que visitéis Q-bo y es que instalando este software podréis tener acceso más fácilmente a la consecución de algunas de las normas de calidad más importantes a nivel mundial. Sin duda alguna, una inversión que nos reportará muchos beneficios, dado que podremos diferenciarnos del resto de rivales y ganar más confianza entre los compradores.
¿Cuáles son las principales certificaciones de calidad?
Si bien es cierto que cada sector industrial tiene su propia certificación, lo cierto es que hay algunas certificaciones comunes a ellos. De ellas, entre otras, las más importantes son:
- OHSAS 18001. Esta es la certificación en Seguridad y Gestión de Riesgos. En concreto habla del compromiso de las empresas en implementar normas en las que la gestión de riesgos forma parte de los planes estratégicos de la compañía, por lo que aborda temas como la salud laboral, la seguridad de productos, instalaciones, información, alimentación y en la cadena de suministro.
- ISO 37001. En este caso se trata de una normativa internacional que especifica los parámetros necesarios para evitar el soborno de las organizaciones, por lo que las empresas certificadas en esta ISO defienden una cultura empresarial íntegra, honesta y transparente y que, por tanto, luchan contra la corrupción y el soborno.
- ISO 14001. Es la certificación de calidad que tiene que ver con la normativa sobre medio ambiente. Busca posicionar a la empresa como socialmente responsable ya que atiende positivamente las exigencias que plantea la Administración, los clientes y, en general, la sociedad. Está alineada con los objetivos acordados en el protocolo de Kioto.
La importancia de la norma ISO 9001 en la sociedad empresarial
Esta certificación, la ISO 9001, demuestra la capacidad de la organización por satisfacer las necesidades de sus clientes, con base en la reglamentación aplicable. En concreto, se trata de una norma internacional a la que pueden acceder empresas de cualquier tamaño y que tiene como pilar el ciclo de la mejora continua PDCA:
- Planificar
- Hacer
- Comprobar
- Actuar
La importancia de esta certificación reside en que es la base desde la cual una empresa puede optar a otras certificaciones, pero a las que, sin ella, no podrá acceder de ninguna forma.