Ofrecer buen pan es garantía de éxito empresarial

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Quizá os suene a tontería el titular que hemos escogido, pero lo cierto es que ofrecer buen pan a los clientes es una de las mayores garantías que podemos tener para garantizar el éxito empresarial. Y es que, si montamos una panadería, sobre todo, en determinadas comunidades autónomas de nuestro país, y conseguimos ofrecer un producto de primera calidad que guste, podemos decir que muy mal se nos tendrá que dar para que el negocio no salga adelante. Esto se debe a que España, por definición, es un país que cuenta con un gran culto al pan y, aunque muchos nos digáis que vosotros no rendís este culto, la realidad es que en muchas comunidades esto se hace de forma mayoritaria. Es por ello por lo que el éxito viene de la mano de ofrecer un producto de primera calidad, puesto que hay zonas geográficas que están más acostumbradas al pan de toda la vida y, por ello, quien llegue a ellas con producto congelado o de segundas calidades, pronto notará la diferencia. En este sentido, si vosotros no queréis fracasar, a lo largo de las siguientes líneas os mostraremos un poco más al detalle como se hace buen pan.

Como os hemos avanzado, muchas comunidades españolas cuentan con una gran tradición panadera, como es el caso de Galicia, donde incluso existen denominaciones geográficas protegidas para este producto. Pero no solo eso, sino que también hay fiestas de exaltación del producto, como es el caso de una localidad de Ourense, donde los panaderos cocen 4.000 piezas para la ‘Festa do pan de Cea’. Y es que esta pequeña localidad ourensana, Cea, cuenta con una gran tradición panadera y de aquí salen cientos de bollas de pan cada día para los lugares más recónditos del país. Este pan no se puede reproducir en ningún otro lado y es que como os decimos, tanto su forma de hacerlo como el lugar donde se hace se encuentran protegidos, de tal forma que su exclusividad lo convierte en un objeto de deseo, aunque bien es cierto que su sabor también ayuda y mucho.

Con esto lo que os queremos decir es que el éxito no llega así porque sí, sino que hay que trabajarlo. En este sentido, si vosotros no queréis defraudar a vuestros futuros clientes, nosotros os recomendamos que os pongáis en manos de El molí pan y café, dado que su experiencia y buen hacer les lleva a conquistar todos aquellos mercados que se proponen y, por ello, ahora es posible abrir una franquicia bajo su marca, lo cual nos permitirá ganar presencia y cuota de mercado fácilmente bajo una identidad ya conocida por el consumidor. No obstante, nosotros como empresarios debemos de conocer la calidad y si nos vamos a dedicar a la panadería, debemos de conocer que el pan forma parte de nuestra dieta y es importante saber si el que estamos consumiendo es de calidad. En este sentido, cada vez son las panaderías que ofertan pan elaborado con masa madre. Pero, ¿realmente sabemos qué es la masa madre? Para todos aquellos que, como nosotros, no lo sabíamos, os queremos acercar a este término y para ello hablaremos de masa madre cuando nos refiramos a un fermento compuesto por harina y agua que no contiene ningún tipo de levadura añadida, dado que es la propia harina, en la que hay un sinfín de levaduras y bacterias, la que provoca la fermentación de la masa de manera espontánea.

Asimismo, para reconocer si un pan es de masa madre, lo primero que deberemos de hacer es fijarnos en el peso y el volumen. Esto se debe a que los industriales son más mullidos, altos y esponjosos y el de masa madre es más bajito y compacto. Y si además en el suelo del pan descubrimos un moldeado o puntitos, nos da una pista de que es industrial y que ha sido cocido en un horno de aire, por lo que es muy probable que no esté hecho con masa madre.

¿Cómo se hace el pan de masa madre?

En la actualidad es posible hacer este tipo de pan en casa y para ello debemos de mezclar 100 gr de agua con 100 gr de harina, hasta que se forme una papilla. Tras ello, dejamos actuar hasta el día siguiente en una zona cálida de la casa (24-28º grados). En esta mezcla se generarán una serie de levaduras y bacterias que criarán durante todo ese tiempo. Al día siguiente, separaremos un poco de esta papilla y volveremos a poner 100gr de esta mezcla del día anterior con 100gr de agua y otros 100gr de harina, es decir, 300gr, y se vuelven a dejar hasta el tercer día, en que volveremos a operar de la misma manera. De esta papilla se dejan 100gr y otra vez 100gr de agua y 100 de harina. Se repite el proceso durante seis días, al cabo de los cuales tendremos una masa madre hecha, totalmente fermentada y cargada de CO2 que habrá por lo menos triplicado su volumen y será perfecta para poder preparar nuestros propios panes.

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