Hacer turismo es una de las cosas que más gusta a las personas. Visitar lugares y conocer culturas, no es solo una actividad lúdica, puede ser todo un aprendizaje cultural y una experiencia enriquecedora como la que más. Existen muchos tipos de turismo, cada vez hay mas variedad, mas oferta, más demanda y por consiguiente más opciones diferentes y un nombre para cada una de ellas. A veces es tan difícil distinguir un tipo de turismo de otro que no sabemos por cual optar.
De lo mas demandados en los últimos tiempos, vamos a hablar en este artículo: el turismo activo y en que se diferencia del turismo rural. Para diferenciar los matices, hemos hablado con nuestros amigos del sector, los profesionales en turismo activo de Destino Activo. Particularmente, el turismo activo rompe con esa idea tradicional de las vacaciones en las que no se hace nada. Al contrario, el turismo activo, ofrece esa combinación de relax y actividad, sabiamente conjugada dentro del mundo rural y las actividades al aire libre.
Hace unos años, el turismo rural, golpeaba fuerte a la oferta de ocio. La oportunidad de pasar unos días alejado de la gran ciudad, del estrés y el ritmo frenético del día a día, resultaba muy atractiva. Estar unos días en medio de la naturaleza, despertar con el cantar de los pájaros y los rayos del sol despuntando en la ventana, abrir los ojos y ver el monte, el campo o incluso el mar, era, es y será algo codiciado. De ahí que este tipo de turismo, tenga cada vez más adeptos.
Si al remanso de paz que constituye la naturaleza, añadimos la adrenalina de actividades al aire libre que no se pueden realizar en una gran ciudad, el numero de adeptos, se multiplica. Eso es el turismo activo: la combinación del mundo rural con la de actividades al aire libre. Estas actividades pueden ser relajadas o todo lo contrario. Desde un paseo a caballo hasta rutas en cuatro por cuatro por los terrenos mas pedregosos.
Gracias a este concepto, podemos aprovechas los fines de semana, los días libres o las vacaciones para hacer con nuestro tiempo de ocio mil actividades diferentes, beneficiosas para el cuerpo y la mente y disfrutando de entornos privilegiados.
En realidad ¿qué es el turismo activo?
Ni más ni menos que lo que ya hemos dicho: se trata de una variedad de turismo en la que la motivación y finalidad del viaje es llevar a cabo la realización de actividades en un ambiente natural. De forma generalizada, se hace una asociación del turismo activo a la práctica de deportes que implican cierto esfuerzo físico con algo de riesgo controlado como sucede en el turismo de aventura. Aunque a veces es así, no lo es siempre. Como decimos, el objetivo es que la actividad implique movimiento, puede ser corre, saltar, trepar, escalar o caminar.
De esta manera, entendemos que el senderismo, es una manera de practicar turismo activo. Aquellos que aprovechan el día libre para escaparse a conocer un pueblo o ciudad, también hacen turismo activo. Los que escalan, hacen espeleología, descensos en canoa, deportes náuticos o rutas en coche cuatro por cuatro, también practican turismo activo. Actividades tan diversas como la observación de las aves, las estrellas o el agroturismo, entran dentro del lote.
En definitiva, se considera turismo activo todo tipo de turismo que se aleje de la sombrilla y el chiringuito de la playa.
Puesto que la oferta es muy amplia y la competencia brutal, cada una de las empresas que trabajan en el sector, tratan de diferenciarse ofreciendo actividades centradas en diferentes segmentos de la población. Adaptar la oferta a personas con discapacidad o por edades son algunas de las acciones que toman estas empresas para cumplir con las expectativas de todos los que deseen acceder a este tipo de turismo. Del mismo modo que algunos de los deportes de aventura, se centran en un público concreto que ama el peligro y el subidón de adrenalina.
Con independencia del caso, el público tradicional de este tipo de turismo, sigue siendo el que ama la naturaleza y el deporte de aventura, sin tener en cuenta si el deporte entraña más o menos riesgo, siempre y cuando, se este en contacto directo con la naturaleza.
La tendencia es agrupar la mayor cantidad de servicios para ofrecer paquetes multiaventura, sea por medios propios, recursos materiales y humanos incluidos, o mediante colaboraciones con otros negocios del sector. Lo últimos es la creación de servicios a la carta y confeccionados a medida de las exigencias de los clientes. Una vez se conocen los servicios y la diversidad de oferta existente, los amantes del turismo activo, buscan actividades desarrolladas y planificadas en exclusiva para ellos.
Como alternativa a las vacaciones típicas de arena, playa y sol y a las temporadas en el pueblo, el turismo activo, va ganando terreno. Si tenemos en cuenta que el turismo activo, tiene como una de sus principales motivaciones la realización de actividades recreativas y de esparcimiento que, incluyen la interpretación y conocimiento de la naturaleza con un mayor o menor grado de profundidad, junto a la práctica de actividades deportivas de diferente intensidad y riesgo, además de utilizar recursos específicos, sin degradar o agotar el terreno, tenemos el ocio perfecto.
El interés de los viajeros por hacer turismo de una manera diferente y experimentar otra serie de emociones, hace proclive descubrir los lugares de una forma totalmente opuesta a la habitual. Con profundidad, intensidad y conciencia de lo natural.
En el turismo activo, el protagonista es el entorno natural y las posibilidades que ofrece.
Un turismo ventajoso
La práctica de turismo activo, ofrece numerosas ventajas a nivel físico y psicológico. De entre todas ellas, cabe señalar como ayuda a mejorar nuestros hábitos. Practicar ejercicio físico es algo que debe formar parte de una vida sana y saludable. Nuestro día a día debe permitirnos un espacio para realizar actividad física como caminar, correr o ir al gimnasio. Esto se olvida cuando nos vamos de vacaciones. Pues las vacaciones son para todo. En el caso del turismo activo ocurre al contrario. Invita a aprovechar esos momentos de ocio y dispersión haciendo ejercicio.
Es innegable la reducción del estrés que conlleva el turismo activo. Deporte y relax, van de la mano. De hecho, la práctica de actividades físicas, sobre todo si motivan o son de mayor intensidad, generan adrenalina, lo que supone un remedio natural y totalmente eficaz contra el estrés.
El turismo activo permite descubrir lugares con autentico encanto. Esta es una de sus mayores ventajas, pues posibilita el conocer sitios y entornos naturales de una gran belleza. Las opciones para practicar turismo activo son prácticamente infinitas debido a que se relaciona con la naturaleza y el medio rural, aunque conviene señalar que muchas de ellas, se llevan a cabo en parques naturales o zonas consideradas como reserve de la biosfera, lo que las acerca más al ecoturismo.
Conectar con la naturaleza que contribuye a encontrar ese equilibrio personal tan perseguido y proporciona una mayor conexión con el entorno. Para las personas cosmopolitas, el turismo activo es todo un acierto, ya que huir del estrés y alejarse de la contaminación y el ruido se ha convertido en necesidad. Gracias al turismo activo, las personas de ciudad, han encontrado la mejor manera de conectarse con el entorno, consigo mismos y con los demás.
Paradójicamente, aun teniendo cada vez más adeptos, la oferta es, por igual, cada vez, mayor. Eso permite que no haya masificación, algo de lo que muchos quieren huir cuando están de vacaciones. Los turistas quieren tranquilidad para disfrutar de su tiempo libre y las actividades que se realizan en el turismo activo, se llevan a cabo en las zonas con menor afluencia de turistas.
Otra ventaja, es la personalización. No como aludíamos antes, en el sentido de exclusivo y propio. En el sentido de que se realiza en grupos reducidos donde se hace equipo, Puede hacerse por igual en familia o con amigos. Tanta diversidad hace que el turismo activo, sea asequible a todos los bolsillos, gracias a la cantidad de opciones y posibilidades que ofrece.
Por último, otra de sus ventajas y beneficios, es que se trata de un turismo sostenible. Si unimos todos los puntos citados anteriormente, comprobamos que se trata de un modelo de turismo responsable, capaz de generar cada vez un mayor número de puestos de trabajo y que, además promueve valores tan necesarios como la solidaridad, el respeto por el medio ambiente y el entorno y el trabajo en equipo. A la vez que potencia el comercio de proximidad, los productos naturales y la economía local.
España en general, por su diversidad geográfica y su climatología, es un país privilegiado para poder ofrecer tantas opciones de turismo activo. Desde el centro del país hasta las zonas de costa, o las islas, podemos encontrar opciones de turismo activo de la más diversa índole: espeleología, rutas en moto, bicicleta, a caballo, buceo, snorkel, senderismo o escalada, son algunos de los ejemplos de todo lo que podemos hacer si optamos por un modelo de turismo, natural, responsable y, saludable.